Por Stefanía Karg
El Club Estrella de Boedo, es considerado como un lugar de ámbito familiar y de compañerismo que se puede observar en cada práctica deportiva ya que todos tiene un nexo con el otro, donde se puede ver en el espacio las conexiones familiares y las amistades que se forman gracias a este lugar.
Estrella es la segunda casa de cada uno de los que caminan día a día aquí, pues te lo dicen los dirigentes y deportistas que remarcan : ‘la familiaridad es lo que hacen que estemos entrenando acá’ como fue el caso de Florencia y Ana Prado, dos alumnas de Lucas quien entrena a la categoría Cadetes del handball femenino y entrenadores como Ana Laura Fuhrmann (handball) que inició como jugadora en el 2007 en el club y poco a poco fue escalando hasta convertirse en entrenadora mencionando con gran orgullo lo que produce el lugar :‘tiene eso que te genera un sentido de pertenencia muy grande’. Deja en claro cada integrante de Estrella de Boedo, es parte de una gran familia que lo hace agradable a cualquiera que visite las instalaciones. Si bien el handball, solo es para mujeres, es un deporte que tiene mucha concurrencia en el club, con chicas anotadas en todas sus categorías. Muchas de ellas están federadas pero las que no lo están siguen en el sitio por amor al deporte y por la comodidad que se brindan. La Federación Metropolitana de Balonmano (FEMEBAL) tiene 68 instalaciones afiliadas de las cuales una de ellas es la institución de Boedo. Se puede observar a simple vista que es un club de barrio que crece en competencias.
Este lugar tiene la magia y la humildad que pocos lugares tienen para formar a todo aquel que quiera participar en él. Aún sigue en crecimiento de formar áreas y de complementar el lugar poco a poco pero nunca olvidando el indicio de su nacimiento y de los valores a inculcar a las personas que hacen a este pequeño lugar un Gran Club.
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